domingo, 21 de septiembre de 2008

Gobierno se sacude de las críticas de La Nación


Una investigación sobre el manejo del Gobierno en la venta de bonos a China del matutino La Nación ha encendido la polémica. Algunos creen que simplemente hace su trabajo; otros piensan que hay un marcado interés por hacer quedar mal al Gobierno.


La Nación los quita y pone. Esa simple filosofía del empresario Carlos Arroyo es el reflejo del significado que tiene el conocido diario en la opinión pública costarricense. La gente la ama, la odia y en algunos casos, depende.


El más reciente problema de este medio proviene de una polémica nota, donde se dijo que el Gobierno “mintió” en el asunto de la venta de bonos a China, lo cual provocó una inusual reacción gubernamental desde la misma España.


Además de Rodrigo Arias, otros sectores oficialistas le han dado duro al matutino de Llorente, aparte de algunas críticas en la galaxia “blog”.


Como era de esperar, los rivales de La Nación en el mercado defendieron el accionar del Gobierno. Mario Ugalde, subdirector de Extra, atacó indirectamente a La Nación y La República publicó un editorial en modo contraataque en su portada del 12 de setiembre.


Curiosamente, hace un año el diario también fue motivo de críticas, pero de los opositores al Gobierno. En ese momento, ellos reprocharon la cobertura de "La Nazi-ón" con motivo del TLC.


El posible interés de La Nación en hacer caer al Gobierno (o a sus detractores) es, por ahora, difuso. Se impone el beneficio de la duda. Quizás estos reportajes son simplemente producto del criterio periodístico del diario.


Sea como sea, La Nación es el referente del periodismo costarricense. La mayoría de las discusiones sobre diseño, ética, administración o estilo periodístico conllevan una mención al periódico más grueso de Llorente.


El diario, simplemente, no puede quedar bien con todos. Aún así, siempre hay alguien que se considera perseguido, o ideando teorías conspiratorias en contra de La Nación. Sí, ese diario que los quita y pone.



sábado, 20 de septiembre de 2008

Google es inmortal... por ahora

La siguiente entrada es acerca de la lectura Guía Breve de la Web semántica.

Amo a Google. A pesar de todo lo que se escribe contra el "pobre" buscador, yo sigo fiel a él. Google y Wikipedia siempre estarán en mi corazón (qué cursi).

La otra vez, por ejemplo, pude tener acceso a una de las actas de la Asamblea de mi Escuela Académica por primera vez en los 4 AÑOS que llevo acá, gracias al milagroso Google.

Pero aún así con las maravillas que se exponen sobre la Web semántica en la lectura, habría que considerar a Google como una tecnología obsoleta. Es decir, con la Web semántica no tendremos que soportar esos resultados tan inverosímiles que nos brinda Google cuando iniciamos una búsqueda.

Confieso que me seduce tener noticias a la carta, gracias al aporte del RSS y demás inventos de nuestra era. El tiempo de búsqueda en la web se reducirá, también. Igual facilita labores periodísticas en la web, y los trabajos universitarios, ¡además!

O quizás llegue Google y se adapte a la tecnología de la web semántica. Como siempre. Y entonces el buscador preferido de todos seguirá vigente.

¡Qué venga el futuro que nos acecha!

La siguiente entrada es acerca del texto de Sergio Ramírez, El futuro que nos acosa.

Si en el futuro no va a haber grandes chatarras como los linotipos, no se van a botar árboles para hacer papel periódico, y las noticias me llegarán en momento real, ¡ pues que venga el futuro!

Obviamente el porvenir no será un mundo de arcoiris y mariposas. Para muchos será un predicamento. Los dueños de los medios de papel, por ejemplo. O los que veían en la televisión como una fuente de información confiable.

Para un futuro periodista, la complicación o el cambio será salirse de ese cajón del periodismo puramente informativo, que lo podrá hacer cualquiera con la ola 3.0, y entrar más en la dimensión de la profundidad, del análisis, entre otros. Hay gente que todavía gusta de los reportajes, entrevistas, y otros.


Del futuro me preocupan otras cosas como el calentamiento global o cuándo Costa Rica saldrá de la mediocridad administrativa. Pero del futuro del periodismo, no.

Conozco a un señor que empezó en el mundo del periodismo rodeado de teletipos. Experto en el uso del vetusto material, el susodicho pudo adaptarse al mundo de los cables, y después, a las computadoras. Ahora es un maestro del escáner y de redes IP y no sé que más.

Así que no creo que sea de susto estar inmerso en esa variedad de cambios. Si el futuro puede ser mejor que el presente, pues... ¡qué venga!

lunes, 8 de septiembre de 2008

Aumentan los niños drogadictos en Washington (parte 1)


Los niños de las zonas marginales de la capital estadounidense viven en medio de jeringas, polvos, heroína, infusiones colectivas y sueños frustrados. Muchos nunca podrán cambiar ese modo de vida.

Jimmy es el mejor ejemplo. Es un niño de 8 años, adicto a la heroína. Un niño precoz, con pelo abundante, ojos aterciopelados y con marcas de agujeros en sus delgados brazos.

Él es adicto desde los 5 años. Aun así hay una expresión angelical en su cara redonda y pequeña cuando habla acerca de su vida: ropa, dinero, los Orioles de Baltimore y la heroína.

El mundo de Jimmy son las drogas pesadas y el dinero fácil. Él cree en esa vida. Todos los días, los drogadictos le compran heroína a Ron, el amante de la mamá de Jimmy, en la sala de su casa. Ahí se dan el “hornazo” en la cocina y se inyectan en los dormitorios.

Jimmy prefiere este ambiente al de la escuela, pues sólo una asignatura le parece relevante para llevar a cabo sus sueños. “Quiero tener un auto, buenas ropas y un buen lugar para vivir” dice, “por eso, presto mucha atención a la clase de matemáticas porque me permitirá mantenerme cuando tenga algo que vender”.

“Usted puede usar esas habilidades en este tipo de negocio. Siempre habrá trabajo, formas de hacer dinero para hacer lo que quiera. Vender lo que la gente quiere comprar” dice en un tono pragmático.

Jimmy quiere vender drogas. Aunque sea en la calle más importante del Distrito, Condon Terrace, y allí algún día intercambiará heroína, como “Ron, mi hombre”. Y con ese dinero “compraría un pastor alemán, una bicicleta y talvez una pelota de baloncesto” dice, “y guardar el resto para comprar (heroína) y luego venderla”.

Ésta es una práctica para el curso de periodismo digital. Es una adaptación para la web del artículo falso del Washington Post "El mundo de Jimmy" escrito por Janet Cooke. Para ver la siguiente parte haga click.

Aumentan los niños drogadictos en Washington (Pt. 2)


Andrea, la madre de Jimmy, acepta la ambición de su hijo como un acto de vida, aunque nunca le inyecta y no le gusta ver cómo otros lo hacen. Igual, la droga también forma parte de su vida. Nunca conoció a su padre, y aceptó una oferta para probar la heroína por parte de una mujer que solía darse a tiros con su madre. Después se dedicó a la prostitución y a “robos menores” en tiendas.

Ahí fue cuando encontró a Ron, un tipo recién mudado a Washington, y que vendía una buena variedad de pastillas, “polvo de ángel” y heroína. “Pensé que sería bueno para Jimmy tener un hombre cerca” dice Andrea acerca de su relación con Ron.

Ron, de 27 años, vino del sur. Él fue el primero en inducir a Jimmy en el mundo de las drogas. “Él me molestaba todo el día, que dónde fueron los tiros, qué están haciendo, y un día me dijo ¿cuándo puedo drogarme?” dice Ron. “Yo dije ahora mismo. Lo dejé inhalar un poco y, maldición, el pequeño estaba realmente drogado”. Seis meses después, Jimmy era adicto.

La heroína es parte de la vida de muchos vecindarios en Washington, afectando a muchos adolescentes y adultos, quienes se aíslan del mundo que los rodea.

El problema en el distrito ha crecido a proporciones epidémicas, con el influjo diario de la llamada “Media Luna dorada”, heroína proveniente de Irán, Pakistán y Afganistán. Washington es cuarta en una lista de la Agencia Estadounidense contra las drogas (DEA) como uno de los mayores puntos de entrada de heroína.

La “media luna dorada” es más fuerte y barata que las versiones de Asia Sudoriental o México y su fácil acceso la han agregado a lo que ya era un grave problema en la capital del país.

Ésta es una práctica para el curso de periodismo digital. Es una adaptación para la web del artículo falso del Washington Post "El mundo de Jimmy" escrito por Janet Cooke. Para ver la siguiente parte haga click.

Aumentan los niños drogadictos en Washington (Pt.3)



David Canaday, agente especial de la DEA, asegura que no pueden hacer nada pues no tienen lazos diplomáticos con los países en cuestión.

En el hogar de Jimmy, mientras tanto, la muerte aún no ha llegado. Los expertos dicen que muchos de estos niños no alcanzarán la adultez, pues corren el riesgo extremo de morir de una sobredosis. “Él debería estar cerca” dice la doctora Dorynne Czechowisz, “aun así no es tarde para iniciar un tratamiento” afirma.

Mientras Jimmy permanece irritado en una mecedora. “Tranquilo” le dice Ron, quien sale del cuarto. Entonces el niño toma un “láser de luz” de Star Wars y empieza a entretenerse.

Ron regresa con una jeringa y se dirige a Jimmy: “déjame ver el brazo”. La aguja se desliza en la piel del niño como una pajilla que entra en un vaso de una malteada. Jimmy cierra los ojos durante todo el proceso. Ahora los abre y mira rápidamente alrededor del cuarto. Consigue llegar a una mecedora y se sienta. Está en estado de "nod", un movimiento típico de alguien drogado.

“Hombre, muy pronto” dice Ron “deberás hacer esto por ti mismo”.

Ésta es una práctica para el curso de periodismo digital. Es una adaptación para la web del artículo falso del Washington Post "El mundo de Jimmy" escrito por Janet Cooke. Todas las fotos son para fines ilustrativos.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Internet para pobres y multimillonarios

Esta entrada se referirá a la lectura ¿Qué es Internet?

El colaborador de monografías.com asegura que en el Tercer Mundo (incluido Costa Rica) sólo los multimillonarios tienen acceso a Internet. Increíble, no me ha había dado cuenta que yo, mis compañeros de clase, mi profesora y un montón de gente que conozco teníamos tanto dinero.

Por suerte, la aseveración del monógrafo es errónea.

Por suerte, no tengo que ser millonario para tener acceso a Internet.

¿Que sería de nuestro país si el Internet fuera exclusivo para personas que nunca se han subido a un bus? No quiero ni pensarlo.

Ahora, ¿Que sería de nuestro país si todas las personas pudieran navegar en la web? Una pregunta ilusa, pero me encantaría que la respuesta fuese "seríamos un país mejor".

La imprenta revolucionó la historia, Internet va por el mismo camino. Es por eso que entre más gente pueda ingresar al mundo web, más impacto tendría el fenómeno "Internet".

Es claro que no todo es tan beneficioso. Pero sería mejor que sean las 6 mil millones de personas de todo el mundo quienes valoren si es bueno o malo, y no unos pocos expertos que viven del presupuesto de las universidades de todo el mundo.

Esperemos. Por ahora estoy feliz porque no ocupo un jacuzzi, un BMW 2008 o jugar golf para navegar en Internet. Y eso que vivo en el Tercer Mundo.