martes, 26 de agosto de 2008

Para hacer periodismo digital no basta publicar en Internet


Nos vemos otra vez. La lectura de esta entrada es acerca del Periodismo digital y sus características.

¿Por qué sigo comprando la versión impresa de los periódicos costarricenses? Si las digitales no cuestan nada y permiten mayor INTERACTIVIDAD que un montón de hojas con olor desagradable (el caso de la Extra, nuestro periódico sensacionalista).

Pues ahora que leí ese texto quizás pueda entenderlo.

Allí se mencionan 13 características esenciales que todo medio digital DECENTE debería tener. Acá en Costa Rica todos los diarios han construido sus propias versiones digitales, pero ninguno alcanza ni a tener 10 de esas. Si no compruébenlo:

La Teja: Es acá cuando me considero un estúpido por poner el vínculo a ese sitio.

La Extra: ¿Sabrán en este medio qué significa escribir con hipervínculos?

La República: Podría convivir con este sitio si el concepto de actualización constante se refiere sólo a la tasa de cambio del dólar.

Al Día: Cómo desearía tener la opción de "Comentar" cuando leo a Edgar Fonseca.

La Nación: Como dice el refrán: "en país de ciegos el tuerto es el rey".

Tendremos que convivir con esos sitios web por ahora. En Europa, hasta periódicos
sensacionalistas como 20 minutos, tienen portentos de sitio web comparados con los nuestros.

Para responder a la pregunta del principio: prefiero la versión impresa. Al menos las sopas de letras, crucigramas y caricaturas son más interactivas.

Bueno, tengo que irme. La sopa de letras de la Extra de hoy está muy difícil. Hasta la próxima.

Un inmigrante sí puede adaptarse.


Esta es mi primera entrada de este blog, un blog acerca de las lecturas del curso de Periodismo Digital que estoy llevando en la Universidad. La primera lectura es acerca de los inmigrantes y nativos digitales.

Un día estaba yo haciendo tonterías en Excel. Entonces apareció mi papá, de 52 años (espero que nunca llegue a leer esto), regañándome: "no huevón así no se hace".

Según Marc Prensky esto nunca debió haber sucedido. Yo, un supuesto nativo digital que revisa el correo todos los días y baja música cada vez que puede, siendo inducido a usar bien un software por un tipo que ni siquiera maneja una cuenta de correo electrónico.

Digo yo, es tan sólo una cuestión de aprender.

En los '90 (hasta finales), por ejemplo, sólo unos pocos privilegiados usaban las computadoras de manera exhaustiva. Para mí (a los 9 o 10 años, por ejemplo) era más importante mi kit de herramientas de juguete o si el video de "la prostituta" iba a quitar del primer lugar del hit parade a "Boombastic", o de mi merienda escolar.

Ahora en la década del 2000, tuve que hacerme una cuenta de correo para poder sobrevivir en la Universidad. Y las niñas y niños de 10 años tienen no sólo e-mail sino que también perfil en Hi-5 o juegan Starcraft en línea con otros niños de Japón, EE.UU. o Islas Marshall.

Sin embargo, eso no los convierte en seres desarrollados, Mr. Prensky. De lo contrario, algunas señoras nunca hubieran tenido su propio blog. Además, Prensky comete el desplante de subestimar la eficiencia de las bolinchas o los juguetes Tonka para fomentar el aprendizaje.

Esa es la conclusión de este pseudonativo digital. Tengo que despedirme acá, pues estoy convenciendo a mi papá para que me de clases de Excel. Hasta la próxima.