martes, 26 de agosto de 2008

Un inmigrante sí puede adaptarse.


Esta es mi primera entrada de este blog, un blog acerca de las lecturas del curso de Periodismo Digital que estoy llevando en la Universidad. La primera lectura es acerca de los inmigrantes y nativos digitales.

Un día estaba yo haciendo tonterías en Excel. Entonces apareció mi papá, de 52 años (espero que nunca llegue a leer esto), regañándome: "no huevón así no se hace".

Según Marc Prensky esto nunca debió haber sucedido. Yo, un supuesto nativo digital que revisa el correo todos los días y baja música cada vez que puede, siendo inducido a usar bien un software por un tipo que ni siquiera maneja una cuenta de correo electrónico.

Digo yo, es tan sólo una cuestión de aprender.

En los '90 (hasta finales), por ejemplo, sólo unos pocos privilegiados usaban las computadoras de manera exhaustiva. Para mí (a los 9 o 10 años, por ejemplo) era más importante mi kit de herramientas de juguete o si el video de "la prostituta" iba a quitar del primer lugar del hit parade a "Boombastic", o de mi merienda escolar.

Ahora en la década del 2000, tuve que hacerme una cuenta de correo para poder sobrevivir en la Universidad. Y las niñas y niños de 10 años tienen no sólo e-mail sino que también perfil en Hi-5 o juegan Starcraft en línea con otros niños de Japón, EE.UU. o Islas Marshall.

Sin embargo, eso no los convierte en seres desarrollados, Mr. Prensky. De lo contrario, algunas señoras nunca hubieran tenido su propio blog. Además, Prensky comete el desplante de subestimar la eficiencia de las bolinchas o los juguetes Tonka para fomentar el aprendizaje.

Esa es la conclusión de este pseudonativo digital. Tengo que despedirme acá, pues estoy convenciendo a mi papá para que me de clases de Excel. Hasta la próxima.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por la mención de mi artículo sobre nativos e inmigrantes digitales, y felicitaciones por la iniciativa de iniciar este blog.
Mucha suerte.

Alejandro.