La siguiente entrada es acerca del texto de Sergio Ramírez, El futuro que nos acosa.
Si en el futuro no va a haber grandes chatarras como los linotipos, no se van a botar árboles para hacer papel periódico, y las noticias me llegarán en momento real, ¡ pues que venga el futuro!
Obviamente el porvenir no será un mundo de arcoiris y mariposas. Para muchos será un predicamento. Los dueños de los medios de papel, por ejemplo. O los que veían en la televisión como una fuente de información confiable.
Para un futuro periodista, la complicación o el cambio será salirse de ese cajón del periodismo puramente informativo, que lo podrá hacer cualquiera con la ola 3.0, y entrar más en la dimensión de la profundidad, del análisis, entre otros. Hay gente que todavía gusta de los reportajes, entrevistas, y otros.
Del futuro me preocupan otras cosas como el calentamiento global o cuándo Costa Rica saldrá de la mediocridad administrativa. Pero del futuro del periodismo, no.
Conozco a un señor que empezó en el mundo del periodismo rodeado de teletipos. Experto en el uso del vetusto material, el susodicho pudo adaptarse al mundo de los cables, y después, a las computadoras. Ahora es un maestro del escáner y de redes IP y no sé que más.
Así que no creo que sea de susto estar inmerso en esa variedad de cambios. Si el futuro puede ser mejor que el presente, pues... ¡qué venga!
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